APERTURA FICCI 63

Ficci 63: renovado, dinámico, diverso y social.

Por: Laura Ortega (Periodista VAC)

Festival De Cine de Cartagena

“El cine es más que una sala de cine” dice Juan David Correa, actual ministro de cultura, en la apertura de la versión 63 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, Ficci, haciendo un emotivo recuento del festival desde sus principios, por allá en 1960, erigiéndose pionero en latinoamérica.

 

En sus pantallas se han reflejado retazos de país, memorias subjetivas de contextos que parecen de ficción pero no, y clamores de esperanza por construir una sociedad que imite al arte. Cada año con las olas, llegan a Cartagena soñadores y soñadoras para debutar en un escenario mágico y anclar sus nombres en las industrias cinematográficas nacionales e internacionales.

 

También con cada versión del festival llega el miedo; a que sea la última vez y que en lugar de ser un puerto de embarque sea un naufragio por estar supeditado a los intereses y voluntades políticas, que poco tienen a la cultura como faro para una Colombia en la que la violencia sea la que menos se reinvente. “La cultura no puede seguir sometida al miedo”, dice el ministro, dejando en el auditorio de la Cinemateca de Bogotá, una sensación de promesa que habrá Ficci por muchos años más. 

 


Esta edición llega con nueva junta directiva, encabezada por Alessandro Basile como director general y Ansgar Vogt como director artístico, quienes quieren impulsar a los públicos jóvenes pero sobre todo a las nuevas miradas de creadores y creadoras que puedan dar sus primeros pasos en la carrera cinematográfica en el festival. Para el alemán Vogt, es muy importante articular la creación con la formación y la industria, materializándolo en el I Ópera Prima Lab. Este espacio busca nutrir proyectos de largometraje en fase de desarrollo, con mentorías y herramientas prácticas que puedan llevar la ficcción, los documentales y la experimentación a una fase de producción y las posibilidades de marketing, distribución y circulación de las películas en salas y festivales.

 

Otra novedad es el director de programación, David Montenegro, con amplio conocimiento del panorama del cine colombiano y que se emocionó con cada una de las 137 proyecciones anunciadas. Natalia Reyes, tal vez la actriz colombiana con más reconocimiento internacional, continuará en la dirección académica del festival, que será transversal a todo lo que ocurra en Ficci buscando una sinergia más fuerte con la industria, que este año fortalecerá el Ópera Prima Lab y el  Work In Progress, en cabeza de Mónica Moya. Habrá un espacio para la realidad virtual, aumentada y las nuevas formas de consumir el cine, así como el tradicional Ficci al Barrio, que llevará el festival fuera del centro histórico.

 

“Tenemos que incluir a Cartagena en los eventos, hacerla parte y anfitriona”, es la invitación que hace Correa al Ficci y propone para el cine colombiano el desafío de empezar a producir con las geografías que se han desconocido, por el conflicto pero también “porque no hemos querido verlas”. Esto confluye con el mensaje de Germán Franco, director del Centro Ático de la Pontificia Universidad Javeriana, que recordó durante este lanzamiento de la versión 63 del Ficci que “el cine fue el primer gran espacio de socialización que nos junto a todos los colombianos”.

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